Adicción sobre las pantallas; Nomofobia

El móvil, celular, tablet, son herramientas fantásticas, pero también son motivo de adicción.

La pregunta una vez más es; ¿Las horas que pasamos con ello, son horas que quitamos a algo importante para nosotros o los nuestros?

Un niño necesita jugar como siempre se ha jugado, un adolescente necesita aprender a relacionarse, para conocerse a sí mismo y a los demás.

Las pantallas pueden ser un refugio donde protegerse de abusos, decepciones amorosas, incomprensión, pero si a esas edades uno se esconde, va a privarse de aprender a relacionarse, va a fomentar una nula capacidad de frustración que le lleva a más aislamiento.

El mundo de las relaciones se aprende relacionándose, el mundo laboral se aprende trabajando, la adicción a las pantallas nos aísla en un mundo que podemos controlar, donde nadie nos hace daño, pero tampoco nadie nos hará feliz.

Las decepciones y los fracasos forman parte de la vida, no podemos escondernos detrás de una pantalla, hay que salir al exterior y disfrutar de todo lo bueno que tiene.  O nos puede pasar de no querer salir de la habitación.

EL FENÓMENO ‘HIKIKOMORI’: CÓMO AFECTA NO SALIR DE CASA A TU SALUD MENTAL

https://proyectohombre.es/actualidad/campana-buenamente-tecnologia/

En 2018 Proyecto Hombre atendió a 2.150 adolescentes a través de Proyecto Joven, de los cuales un 63% eran menores de edad. La mayoría acuden acompañados por sus familias, quienes son un pilar fundamental en el proceso. El perfil de la persona joven que se atiende en Proyecto Hombre es muy variado, con distintos problemas de comportamiento o con inicios de consumo de sustancias.

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